Eres el rey de la hojalata, un tipo bastante ruidoso y cascarrabias. Pasaste los últimos cincuenta años de tu vida convirtiendo las láminas de metal en esos cilindros mágicos que todos los fabricantes de tomates del mundo se han empecinado en comprarte hasta hacerte multimillonario. Un buen día, ya encaramado en la montaña más alta de dinero del mundo se te acerca Antonio Berni, un pintor argentino del siglo pasado y te muestra lo que el hizo con tus latas. ¿Que sentirías al ver sus obras? ¿Admiración? ¿Bronca? ¿Aburrimiento? ¿ Te pondrías a pintar y a hacer esculturas? ¿Le dirías que quedan más bonitas con tomates adentro? Me encantaría que me escribieras tus respuestas.
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